Hoy en Salud por Derecho nos unimos a otras organizaciones europeas del ámbito sanitario, de pacientes y de salud pública para pedir a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea una acción climática más ambiciosa y centrada en las personas. Con motivo del Consejo Europeo del 22 y 23 de octubre, donde se debatirá la ambición climática de la UE más allá de 2030, hemos firmado una carta conjunta que reclama situar la salud en el centro de las decisiones sobre política climática.
Europa no está preparada para los crecientes impactos del cambio climático en la salud. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), entre 1980 y 2023 los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos causaron más de 240.000 muertes en el continente y pérdidas económicas de más de 738.000 millones de euros. Solo en el verano de 2024, las olas de calor provocaron 62.700 muertes adicionales en Europa, un 23 % más que el año anterior, según un estudio de ISGlobal publicado en Nature Medicine.
Además, se estima que los eventos climáticos extremos podrían generar pérdidas de 43.000 millones de euros en 2025, con un impacto acumulado que podría alcanzar los 126.000 millones de euros en 2029 si no se adoptan medidas más ambiciosas. La quema de combustibles fósiles, principal causa del cambio climático, sigue provocando una contaminación del aire que agrava enfermedades respiratorias y cardiovasculares, acorta la esperanza de vida y aumenta las desigualdades sociales. Los incendios forestales, las olas de calor y la mala calidad del aire urbano amenazan especialmente a niños, personas mayores y quienes padecen enfermedades crónicas.
Las organizaciones sanitarias firmantes reclamamos que la nueva meta de reducción de emisiones para 2040 esté en línea con el Acuerdo de París y el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 °C, priorizando las políticas con beneficios directos para la salud. También pedimos el fin de los mecanismos de compensación de carbono que permiten mantener la contaminación en lugar de reducirla, y una hoja de ruta europea para eliminar progresivamente los combustibles fósiles antes de 2027. Asimismo, reclamamos que se ponga fin a las subvenciones a estos combustibles entre 2028 y 2035, y que los fondos liberados se destinen a energías limpias, reducción de la contaminación y resiliencia climática.
Aquí puedes ver nuestra carta en inglés:




