En septiembre de 2020 la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, anunció la puesta en marcha de la estructura HERA [1] (Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias, por sus siglas en inglés), y en febrero de 2021 [2] lo que serían las bases [3] de dicha iniciativa de I+D, que tiene como propósito afrontar mejor las crisis de salud global, empezando por la actual. Después de la consulta pública que tuvo lugar en primavera, mañana la CE hará pública su propuesta.
HERA nace con la voluntad de permanecer más allá de la pandemia provocada por la COVID-19, y con el objetivo de generar conocimiento, y proporcionar una estructura permanente para el modelado de medición de riesgos, la vigilancia global, la transferencia de tecnología, la capacidad de fabricación, el mapeo de riesgos de la cadena de suministro, la capacidad de fabricación flexible y la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos [4]. Es decir, generar el conocimiento y las herramientas que garanticen que podamos ser más ágiles a la hora de afrontar posibles futuras pandemias.
Una iniciativa oportuna y necesaria que viene a fortalecer la I+D europea en materia de salud global y a contribuir a una mejor respuesta a la actual y a futuras pandemias. No obstante, nos preocupa que, de nuevo, perdamos la oportunidad de convertir una estructura que debe estar al servicio del interés general en una que se rinda al interés del sector privado y a sus necesidades particulares. Esto ya ha ocurrido con otras iniciativas como IMI, en las que, a pesar de las reiteradas peticiones, e incluso recomendaciones a través de sus evaluaciones, han evidenciado la necesidad de una mayor transparencia en la selección de las prioridades de investigación, así como en sus estructuras de gobernanza.
Por ello, y para asegurar que el interés público se asiente como principio rector de HERA, es necesario que se incorporen los siguientes elementos:
En primer lugar, es indispensable que HERA responda a las necesidades de salud de los ciudadanos y haga una apuesta por la innovación. Por ello, es necesario que las agendas de I+D estén alineadas con esas prioridades de salud pública y las necesidades de la sociedad.
En segundo lugar, es necesario que dicha estructura acerque la ciencia y la innovación a las personas, siendo este el centro sobre el que se articule y sustente el programa. Por ello resulta clave permitir que la ciencia independiente guíe el proceso de toma de decisiones.
Bajo esta premisa, será fundamental también aprovechar la oportunidad y convertir en bienes públicos accesibles todos los productos, datos y hallazgos fruto de la investigación realizada con financiación pública, para que toda esa inversión retorne a la sociedad. Se conseguiría así utilizar la financiación pública como palanca para garantizar la accesibilidad y asequibilidad de los productos finales. El retorno social, la accesibilidad, la idoneidad del producto y la asequibilidad deben ser los elementos fundamentales sobre los que se sustente HERA.
En cuarto lugar, la orientación a resultados debe ser la herramienta principal sobre la que se construyan y reporten las iniciativas financiadas por HERA. En los mismos términos se debe evaluar su impacto real, con el objetivo de conocer el alcance y la dimensión que tienen. Para ello será necesaria la planificación y la medición responsables y equitativas del impacto social y en la salud pública.
En quinto lugar, y en términos más prácticos, resultará fundamental añadir cláusulas a la financiación para garantizar la accesibilidad y la asequibilidad de los productos finales, así como el acceso abierto a los datos y el know-how, evitando que la propiedad intelectual se convierta en una barrera para la transferencia del conocimiento.
Por último, pero no por ello menos importante, es fundamental la puesta en marcha de una estructura transparente, con sólidos mecanismos de gobernanza pública y rendición de cuentas.
Si queremos que, en el futuro, Europa responda a las crisis de salud global transfronterizas de forma efectiva, solidaria, coordinada y bajo el principio del interés general y de la salud pública, es necesario que se incorporen estas propuestas desde el inicio de HERA, formando parte de su visión y misión.
La oportunidad la tenemos ahora.
[1] European Health Emergency Preparedness and Response Authority (HERA)
[2] En septiembre de 2020 se la presidenta Úrsula von der Leyen anuncio la puesta en marcha de HERA y el 17 de febrero de 2021 la iniciativa HERA Incubator
[3] communication-hera-incubator-anticipating-threat-covid-19-variants_en.pdf (europa.eu)
[4] Preparing Europe for the increased threat of variants (europa.eu)