Las enfermedades raras afectan a millones de personas en el mundo, pero su baja prevalencia las hace poco atractivas para el desarrollo farmacéutico. El anuncio del copatrocinio español de una resolución sobre enfermedades raras a tratar en la próxima Asamblea Mundial de la Salud refleja la iniciativa del Ministerio de Sanidad por aumentar su presencia internacional y ofrece una oportunidad única para alinear las prioridades políticas nacionales e internacionales pueden alinearse mejor con el acceso equitativo a medicamentos huérfanos, incluyendo las terapias avanzadas. En nuestro nuevo análisis explicamos las problemáticas del sistema de innovación de enfermedades raras, su conexión con las prioridades nacionales y ofrecemos propuestas para alinear las políticas de I+D para medicamentos huérfanos nacionales con las internacionales.
¿Qué son las enfermedades raras?
Las enfermedades raras son aquellas que afectan a un pequeño porcentaje de la población, lo que las hace menos rentables para la inversión de la industria farmacéutica. Las definiciones varían según la región, ya que no existe una lista de enfermedades raras (como por ejemplo, en el caso de las enfermedades tropicales desatendidas), sino que depende de la prevalencia en cada región (enfermedades que afectan a menos de 200,000 personas en EEUU o 50,000 personas en Japón, o a un máximo de 5 de cada 10,000 personas en la UE).
El modelo de innovación farmacéutica para enfermedades raras: más sombras que luces
Dado el bajo interés de la industria por invertir en el desarrollo de medicamentos para enfermedades raras (medicamentos huérfanos), se han desarrollado políticas públicas para incentivar la innovación en enfermedades raras en múltiples países. Estas políticas públicas han impulsado avances significativos, pero también han generado problemas en el sistema de innovación de medicamentos huérfanos:
- Precios inasequibles: Los medicamentos huérfanos suelen lanzarse al mercado con precios muy altos debidos a la exclusividad de mercado, un tipo de monopolio otorgado por los países que impide el acceso al mercado a medicamentos genéricos, biosimilares o tratamientos para la misma indicación.
- Ampliación de monopolios: Los medicamentos huérfanos pueden obtener múltiples designaciones huérfanas, una para cada indicación, lo que permite extender los periodos de exclusividad de mercado, algunas veces durante décadas. Esto es debido a la práctica de la subdivisión de enfermedades, artificialmente subdividiendo enfermedades en categorías más pequeñas para poder obtener un mayor número de designaciones huérfanas.
- Desatención de ciertas enfermedades: Mientras que los tratamientos oncológicos han copado el número de medicamentos huérfanos desarrollos, otras enfermedades raras quedan relegadas.
Las terapias CAR-T como ejemplo de los problemas del sistema de innovación para enfermedades raras
Las terapias CAR-T han transformado el tratamiento de ciertos tipos de cánceres raros. De hecho, todas las terapias CAR-T aprobadas por la FDA y la MEA son medicamentos designados huérfanos (a excepción del Breyanzi en la UE, con tres designaciones retiradas a petición del titular) y son un buen ejemplo de los problemas derivados de las políticas que incentivan el desarrollo de medicamentos huérfanos, con largos periodos de monopolio, precios inasequibles y un acceso desigual a nivel global.
De acuerdo a los datos de la FDA y la EMA, las terapias CAR-T disfrutan de una media de 10.14 años de monopolio extra en EEUU, lo que suponen 1.45 años de media más que el resto de los medicamentos huérfanos. Además, tienen entre 9 y 2 indicaciones huérfanas cada uno, 2.49 designaciones más de media que los demás medicamentos huérfanos. En la UE, estimamos (ya que la información no es pública) que las terapias CAR-T tienen 10.96 años de monopolio, derivados de los incentivos de medicamentos huérfanos y entre 4 y 1 designaciones cada uno.
Un análisis preliminar de los países en los que se han hecho ensayos clínicos con CAR-T comerciales, muestra una imagen muy desigual, con la gran mayoría de los ensayos clínicos realizados en Estados Unidos, Canadá, Europa, Japón, Australia y China. Si bien la realización de ensayos clínicos no asegura el acceso posterior a los tratamientos, sí puede servir como una aproximación de cómo las compañías pueden fijar sus áreas para la comercialización.
El desarrollo de estas y otras terapias avanzadas se ha convertido en un objetivo de política sanitaria e industrial en España, donde se está desarrollando un ecosistema de desarrollo, innovación, producción y comercialización de terapias avanzadas asequibles para el Sistema Nacional de Salud.
En España, el precio de las terapias CAR-T comerciales oscila entre los 360.000€ y los 320.000€, aunque no conozcamos el precio real, ya que el Ministerio de Sanidad no publica los descuentos que recibe por parte de la industria. La excepción a estos precios es el ARI-0001, desarrollado por el Hospital Clínic de Barcelona, cuyo coste es de 89.270 € por tratamiento. Este tratamiento, es uno de los mejores ejemplos del modelo español de I+D para terapias avanzadas, y su uso ha sido autorizado mediante el procedimiento excepcional de exención hospitalaria para casos de Leucemia Linfoblástica Aguda de células B en recaída o refractaria en adultos, un tipo de cáncer considerado raro.
La falta de transparencia en la fijación de precios netos (tras descuentos confidenciales) es un problema de rendición de cuentas en España, ya que impide conocer el gasto público en estas terapias. Además, genera precios más elevados en otros países que utilizan los precios públicos en España para fijar su precio. Por otro lado, el uso de la exclusividad de mercado en la Unión Europea incrementa el precio de los medicamentos que utilizamos en España, afectando a la sostenibilidad del sistema sanitario.
Esto nos muestra que las políticas farmacéuticas nacionales tienen un impacto internacional (y viceversa). Por poner otro ejemplo de esta relación, los incentivos para medicamentos huérfanos en la UE pueden impedir la estrategia española de desarrollo de terapias avanzadas, ya que la legislación actual impide acceder al mercado a medicamentos huérfanos cuando ya exista otro tratamiento aprobado para la misma indicación. Es decir, bajo la legislación actual (y las propuestas de reforma negociadas) ARI-0001 no podría comercializarse en la Unión Europea hasta el final del periodo de exclusividad de mercado de Tecartus (estimado en 2030), a no ser que se cumplan una serie de requisitos, ya que comparten la misma indicación.
Además de expandir el análisis, nuestra nueva publicación incluye una serie de recomendaciones para que las políticas públicas farmacéuticas tengan una mayor coherencia y se orienten hacia una mayor equidad en el acceso y una mayor transparencia y colaboración internacional. Nuestras recomendaciones van dirigidas a los tres procesos activos en este ámbito: la resolución de enfermedades raras que co-esponsoriza España, la negociación de la legislación farmacéutica europea y el desarrollo de terapias avanzadas en el sector público español.