En los últimos años, los nuevos tratamientos a través de la inmunoterapia están suponiendo una gran revolución en la cura de determinados tipos de cáncer. En el seminario Presente y Futuro de las CAR-T públicas, organizado por Salud por Derecho y la Organización Médica Colegial y celebrado el pasado miércoles con la participación de diversos expertos, pusimos el foco en las innovadoras terapias CAR-T, que modifican las propias células del sistema inmunitario del paciente para que detecte y destruya a las células causantes del cáncer.
Hace ya algo más de año y medio, llegaron a España dos tratamientos de este tipo comercializados por la industria farmacéutica que son financiados por el Sistema Nacional de Salud. Paralelamente, un equipo de investigadores de los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu ha estado trabajando en el desarrollo de una CAR-T pública, la primera de este tipo que ha surgido dentro del propio Sistema Nacional de Salud.
En este vídeo que estrenamos ayer, en el marco de este seminario, puedes conocer el proyecto de ambos hospitales
En la jornada charlamos con Manel Juan (del Clínic) y Susana Rives (del Sant Joan de Déu), que forman parte de este equipo. “Teníamos pacientes a los que los tratamientos actuales no estaban dando respuesta. Vimos en esta terapia una opción revolucionaria porque cambia el concepto de la mayoría de las terapias que se han hecho en oncología al tratar a los pacientes de manera personalizada”, recordó Manel Juan sobre el origen del proyecto.
Esta CAR-T académica ya ha sido aplicada en medio centenar de pacientes con buenos resultados, por lo que han solicitado a la Agencia Española del Medicamento su regulación a través del mecanismo de la exención hospitalaria, una petición sobre la que aún no ha recibido respuesta. Precisamente la regulación, aseguran los investigadores, es el principal reto ante el que se están encontrando. “La terapia celular se ha designado como un fármaco y esa normativa puede ser muy estrecha. Nos puede, a veces, dificultar el desarrollo. El CAR-T académico la ventaja que tiene es la proximidad y la capacidad de adaptarse a las nuevas necesidades, pero, si hay que pasar por todos los procesos, no llega de forma rápida al paciente”, recordaba Susana Rives. “La dificultad principal es nuestro propio convencimiento de que las normas son siempre inamovibles. Falta cintura y flexibilidad para cambiar las normas en este tipo de terapias porque está encuadrado en el marco de la FDA y EMA. Es un tipo de terapia que se considera fármaco, pero, por ejemplo, Suiza decide que no lo es, que es como un trasplante u otra entidad diferente”, aseguró Manel Juan. “Si en la época del trasplante de médula se hubieran aplicado estas regulaciones no se podría haber llegado a hacer trasplantes”, resumió Rives.
Uno de los aspectos más controvertidos de las CAR-T comerciales es su alto precio, que supera los 300.000 euros por paciente. En el caso de las académicas el precio -aún sin definir- será previsiblemente menor. “Será un precio que determine el SNS, nosotros hemos hecho la estimación de costes muy por debajo de los precios que tienen los tratamientos (comerciales) actuales. Ahora hay que calcularlo cuando se lleve a término. No sé si serán 80 mil o 150 mil, pero nunca puede superar esa cifra”, aseguró Manel Juan.
En ese sentido, Michael Schmitt, investigador en Inmunoterapia Celular del Hospital Universitario De Heidelberg (Alemania), donde realiza también un programa de células CAR-T, recordó que “el año pasado, se trató a 700 pacientes con células CAR-T comerciales en toda Europa, pero esto solo es el principio. Estamos tratando a pacientes con linfoma en tercera línea de tratamiento y hay ensayos clínicos que van a finalizar pronto y van a proponerlo en segunda línea de tratamiento. Eso implica que va multiplicarse por 10 el número de pacientes que va a tratarse con células CAR-T. Es decir, un gasto 10 veces mayor”. El proyecto de Schmitt es el único que trabaja con CAR-T en Alemania. Destacó el trabajo del Cliníc y del Sant Joan de Déu «como un referente», así como la colaboración de ambas instituciones con el Ministerio de Sanidad.
Por parte del Ministerio, contamos con Patricia Lacruz, directora general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, que explicó el plan de terapias avanzadas que el Gobierno puso en marcha hace casi dos años y en el que se han recibido de 345 solicitudes para administrar las terapias CAR-T comerciales a pacientes, de las que el 88% han sido aprobadas. Sobre las CAR-T académicas, Lacruz recordó que el plan “ha marcado la hoja de ruta para incorporar las terapias avanzadas académicas”. El reto, recordó, es “hacer que los medicamentos que tengan autorización de uso sigan su desarrollo y lleguen a comercializarse. Hay que maximizar oportunidades para la investigación clínica de medicamentos con resultados prometedores”.
Vanessa López, directora de Salud por Derecho y moderadora del debate, recordó que “es imprescindible que el impulso público a las terapias académicas sea reforzado en términos de recursos económicos y políticas públicas para que puedan desarrollarse de manera más rápida y eficaz. Entre otras cosas, porque es esencial para garantizar el acceso y mejorar la sostenibilidad financiera de los sistemas públicos de salud”. Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial hizo hincapié en que es “primordial el acceso no solo a los servicios sanitarios, sino también a la innovación que representan las terapias avanzadas de todos los pacientes”. Por eso, Salud por Derecho y la OMC, dijo, “trabajan de la mano para garantizar escenarios para facilitar a toda la población el acceso a la innovación y a terapias avanzadas desde la calidad, seguridad y eficiencia”
Si quieres ver el seminario completo, puedes hacerlo aquí: