Esta mañana, 379 organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo han enviado una carta a los Estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para pedir que apoyen firmemente la adopción de la propuesta de la India y Sudáfrica, con la que ambos países proponen la exención -siempre de aplicación voluntaria por los Gobiernos- sobre ciertas medidas de propiedad intelectual en las futuras vacunas, medicamentos y otras herramientas de la COVID-19 mientras dure la pandemia.
Esa petición, «Exención de determinadas disposiciones del Acuerdo sobre los ADPIC para la prevención, la contención y el tratamiento de la COVID19«, fue realizada el pasado 2 de octubre por ambos países y se presentará hoy y mañana en la reunión del Consejo de los ADPIC (Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio) en la OMC.
La carta, firmada y promovida por organizaciones como Salud por Derecho o Médicos Sin Fronteras, entre muchas otras, advierte de que, pese a las promesas e iniciativas mundiales en los comienzos de la pandemia, la comunidad internacional está fallando para asegurar una solución política significativa que asegure el acceso global a estos productos. Ejemplo de ello es la enorme desigualdad entre países de altos y bajos ingresos para el acceso a herramientas básicas como las pruebas de diagnóstico; o que las naciones ricas, que representan sólo el 13% de la población mundial, hayan bloqueado al menos la mitad del suministro potencial de vacunas en el mundo.
Mientras tanto, señala la misiva, la industria farmacéutica afianza sus monopolios sobre las tecnologías desarrolladas bajo el amparo de la propiedad intelectual, a pesar de que, especialmente en el contexto de la pandemia, tengan detrás enormes inversiones de dinero público. Las patentes, la exclusividad de los datos y otros derechos de propiedad intelectual impiden así la posibilidad de ampliar la fabricación, la distribución y la competencia, que daría lugar a precios más bajos y a un acceso global a todos estos productos.
La propiedad intelectual sobre las tecnologías de COVID-19 no solo se traduce en precios altos y abusivos sobre los productos y ganancias excesivas para la industria farmacéutica, sino que, ante la imposibilidad legal de compartir el conocimiento, supone también una enorme barrera para la colaboración en la investigación y el desarrollo y la fabricación a gran escala de los productos médicos de COVID-19.
Por esto, y ante la posibilidad de que el Acuerdo sobre los ADPIC –que es el marco normativo internacional del sistema de propiedad intelectual en la esfera de la salud- no tenga las flexibilidades suficientes para que los países puedan derribar estas barreras, las organizaciones piden a los Estados miembros de la OMC que apoyen la propuesta de India y Sudáfrica. “Permite una solución mundial expedita, abierta y automática para permitir la colaboración ininterrumpida en el desarrollo, la producción y el suministro, y para abordar colectivamente el desafío mundial que enfrentan todos los países. Es hora de que los gobiernos asuman una responsabilidad colectiva y antepongan la vida de las personas a los monopolios empresariales”, concluye el escrito.
Salud por Derecho y MSF ha firmado y enviado esta petición al Gobierno de España para pedirle que apoye esta iniciativa de manera contundente y la impulse en su política doméstica con todos los mecanismos legales necesarios para hacerla efectiva.
“En un momento como el actual no podemos continuar con las mismas dinámicas comerciales para las vacunas y los medicamentos, cuyas reglas del juego favorecen los monopolios y protegen la propiedad intelectual por encima de todo; son injustas en términos de acceso y abusivas en políticas de precio. Ahora más que nunca, las personas y la salud pública somos lo primero, por delante de cualquier interés comercial”, ha subrayado Vanessa López, directora de Salud por Derecho.
“Si se aprueba, podría constituir un punto de inflexión en la respuesta COVID-19. Además, podríamos evitar que se repitieran tragedias como la de la pandemia del VIH/sida cuando los monopolios de tratamientos vitales se tradujeron en que pacientes de países ricos accedían al tratamiento con antirretrovirales mientras que millones de pacientes de países en desarrollo morían porque estos quedaban fueran de su alcance”, recuerda Miriam Alía, especialista de Vacunación y Repuesta a Brotes de Médicos Sin Fronteras.
Carta disponible en este enlace o pinchando en la siguiente imagen.