Coincidiendo con la comparecencia del Ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, una veintena de organizaciones sociales y sindicatos nos hemos reunido en las puertas del Congreso de los Diputados para presentar la campaña #DespuésDeAplaudir, que pretende dar continuidad al espíritu de los aplausos promovido desde los balcones en época de confinamiento, y que ha tenido como insignia la defensa de la sanidad pública y universal y el reconocimiento a la encomiable labor del personal sanitario.
Nos hemos unido a organizaciones sociales y sindicatos, entre las que se encuentran Médicos del Mundo, Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria –semFYC-, Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública -FADSP-, UGT, CCOO, Yo Sí Sanidad Universal y otras plataformas, coordinadoras y federaciones.
La campaña #DespuésDeAplaudir llama a la movilización ciudadana para apoyar a nuestro sistema sanitario más allá de los aplausos. También plantea a los representantes parlamentarios 12 recomendaciones clave con las medidas políticas y presupuestarias necesarias para fortalecer el sistema de salud y reforzar su capacidad para afrontar los desafíos que la pandemia de la Covid-19 ha revelado. Entre ellas, se plantea un incremento del gasto público sanitario de 1.000 euros por persona y año, para acercarlo a la media europea, o aumentar en más de 50.000 las camas hospitalarias disponibles.
Hoy queremos recordar que, después de aplaudir, ha llegado la hora de dotar con más recursos a nuestra sanidad pública para evitar situaciones de colapso como las que se ha llegado en algunas comunidades autónomas, que no se han debido exclusivamente a la excepcionalidad de la actual crisis sanitaria. Los constantes recortes que ha sufrido la sanidad española en los últimos años han mermado sustancialmente sus recursos y ha debilitado, en consecuencia, su resiliencia.
Por ello, pedimos a los representantes políticos que no olviden que después de aplaudir, toca reconocer que la Atención Primaria juega un papel imprescindible en la salud pública y que es la base de nuestro sistema sanitario. Sin ella, no existe prevención que permita la detección temprana de enfermedades.
Después de aplaudir toca defender una sanidad pública más fuerte y de carácter universal que ofrezca atención sanitaria gratuita a toda la población del país, sin excepción. La crisis actual nos ha enseñado que existe un vínculo ineludible entre la salud individual y colectiva. Negar el derecho a la protección de la salud a personas que viven en nuestro territorio, independientemente de su situación administrativa, no solo es injusto, sino que puede poner en riesgo la salud del conjunto de la población.
”Después de aplaudir” es también una invitación para saber que es hora de comprender que la sanidad, si no es para todas las personas, no es para nadie, porque es un derecho esencial de la ciudadanía y, por tanto, no debe ser susceptible de mercantilización. Es fundamental tener presente que la respuesta a la mayor crisis sanitaria que ha vivido este país en la historia reciente ha venido desde la sanidad pública. Los modelos privatizadores impulsados en la última década se guían primordialmente por criterios economicistas y de beneficio que nada tienen que ver con el fin principal de un sistema sanitario, que no es otro que la protección de la salud de la ciudadanía.
Después de aplaudir, toca exigir compromisos hacia una sanidad que no esté sometida a los vaivenes políticos del país. Es preciso un compromiso fuerte e inequívoco por parte de todos los actores políticos con una sanidad pública, universal y de calidad que cuente con financiación suficiente.