En Juticalpa, en la provincia de Olancho, Honduras, la alcaldía creó una red de colaboradores voluntarios para combatir la malaria en la zona. En una de las comunidades que participan de esta iniciativa conocemos a Miriam Guadalupe, una de las voluntarias que trabaja para intentar facilitar la detección y el tratamiento de la enfermedad.
Miriam nos cuenta que hace ocho años ella misma sufrió de malaria. En esa época tuvo que desplazarse hasta el centro de salud que estaba fuera de su comunidad para poder realizarse la prueba, y luego volver para poder recibir el tratamiento. Hoy, ella participa como voluntaria en la “Red de Auxiliares de Campo” que pertenece al Programa Nacional de Prevención y Control de la Malaria, un programa que tiene como objetivo mejorar la detección y la asistencia de las personas con malaria.
Gracias a la colaboración de Miriam, las personas de su comunidad que intuyen que pueden padecer malaria únicamente tienen que dirigirse a su casa para poder hacerse la prueba rápida de la malaria, ya que su casa ahora está registrada como un “Puesto de Colaborador Voluntario”. Miriam también está encargada de dirigir la muestra al centro de salud y por teléfono le comunican los resultados. Miriam destaca que la gran ventaja de este sistema de voluntariado es que ya no es necesario que las personas que crean tener malaria se desplacen al centro de salud. Además, al ser una vecina más de la comunidad y el hecho que la conozcan, anima a las personas a hacerse la prueba a la menor sospecha.
Con este sistema de red no sólo se han detectado con mayor facilidad los casos de malaria, si no que su tratamiento ha mejorado muchísimo. En el caso de la comunidad de Miriam, las personas que obtengan resultados positivos únicamente tienen que desplazarse hasta su domicilio para que ella les pueda dispensar las pastillas necesarias del tratamiento de 14 días para curarse.
La Red de Auxiliares está funcionando muy bien en la región de Olancho. La alcaldía de Juticalpa ha implementado un sistema que han llamado “Foro Ecosistémico”, en el que participa la alcaldía, la sociedad civil, empresas privadas y ONGs para combatir la malaria en la región. Además de la implementación de puestos de colaboradores voluntarios, el programa también acondiciona casas para que estén mejor preparadas para prevenir la malaria.
Gracias al programa los casos de malaria han bajado drásticamente en Juticalpa, de 1189 casos en el año 2010 a 290 casos en el año 2012. Este programa se financia en parte gracias a las aportaciones del Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.