David Stuckler, investigador y experto en aspectos económicos de la salud, está de gira en España promocionando el libro que ha escrito junto al epidemiólogo Sanjay Basu, “Por qué la austeridad mata: El coste humano de las políticas de austeridad” (Taurus). Durante su paso por Madrid, Stuckler organizó una pequeña reunión a puerta cerrada con algunas organizaciones que trabajamos para que la salud sea un derecho universal, además de Salud por Derecho había representación de la Coordinadora Antiprivatización de Madrid (CAS), del Instituto de Ciencias económicas y de la autogestión, Yo Si Sanidad y del Grupo Economía de la Asamblea del 15M.
Durante la reunión Stuckler enfatizó sobre el hecho de que las crisis económicas en sí son neutras en relación a la salud – tal y como lo demuestra la evidencia existente sobre las secuelas de la Gran Depresión de los años 20 en los Estados Unidos o, en años más recientes, el caso de Islandia. Las consecuencias sociales de la crisis están directamente relacionadas con las decisiones políticas que se toman constató Stuckler. Concretamente en Europa, los recortes en sanidad en algunos países están teniendo consecuencias sociales devastadoras, como por ejemplo en Grecia el recorte en un 50% en los programas de jeringuillas ha duplicado los casos de VIH en el país. Mientras tanto, el gobierno niega que el aumento de VIH/Sida se deba a los recortes y achaca la situación a otros factores sociales. De todas formas, el control de enfermedades como VIH o Tuberculosis es mucho más difícil y costoso que su prevención, haciendo que estos recortes económicos sean una contradicción.
En relación a España Stuckler afirmó que las medidas de austeridad no son creíbles, ya que la deuda no ha hecho más que crecer desde el año 2011. Su planteamiento al respecto es que las crisis son únicamente una oportunidad para que las élites puedan reducir el rol del Estado y por lo tanto la austeridad es una cuestión de ideología. El autor no entiende como un Estado puede recortar en algo como la salud, ya que la sanidad es una inversión destinado a proteger lo más valioso que tiene un país, que son las personas, y que además es un mecanismo para impulsar la economía.
Según los datos manejados por Stuckler y Basu, actualmente en España hay 180.000 personas, pertenecientes al quintil más pobre del país, que tienen dificultades para acceder a atención sanitaria. Además, afirman que el desempleo en España ya debería ser considerado como una pandemia que ha provocado el aumento en la tasa de suicidios y de enfermedades cardiovasculares. En países en que el desempleo se ha manejado correctamente, como por ejemplo en Suecia y Finlandia, durante la crisis que tuvieron hace más de una década, pudieron evitar las consecuencias adversas del desempleo.
Para concluir, Stuckler afirmó que si las medidas de austeridad fuesen un ensayo clínico hubiesen sido paradas hace tiempo debido a sus graves consecuencias. Su recomendación al final de la reunión fue simplemente un sencillo mensaje que debemos hacer llegar a los mandatarios: “Do no harm”.