En el 2005 la Asamblea Mundial de la Salud acordó una resolución reconociendo el derecho que todos tenemos a acceder a servicios sanitarios y a no sufrir dificultades financieras por hacerlo. Sin embargo, seis años después millones de personas en el mundo siguen careciendo de acceso a los servicios de salud que requieren por que son muy caros o no están disponibles y más de 100 millones son empujados a la pobreza al pagar por los servicios en el momento que los reciben.
Según el informe “Sobre la Salud en el Mundo” publicado en 2010 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo entre un 5% y un 10% de las personas están cubiertas por algún tipo de seguridad social en África Subsahariana y en Asia Meridional. Según este mismo informe, los países, en su camino hacia la cobertura universal, se enfrentan a tres problemas fundamentales: la limitada disponibilidad de recursos, la dependencia excesiva de los pagos directos en el momento de la asistencia sanitaria, y el uso ineficiente de los recursos que lleva a malgastar entre un 30-40% de los que se destinan a salud
A pesar de estos problemas, es realista pensar que conseguir el acceso universal a la asistencia sanitaria es posible incluso en los países más desfavorecidos. Países como Ruanda, Tailandia o Brasil han dado pasos de gigante en los últimos años para abordar los problemas anteriormente mencionados y con ello acercarse a la cobertura universal.
A pesar de todo, no es realista esperar que la mayoría de los países de bajos ingresos consigan la cobertura universal sin ayuda. El primer paso hacia la cobertura universal es asegurar que los países más pobres tengan con urgencia más recursos externos y más predecibles ya que solo 8 de 49 países de bajos ingresos tendrían alguna posibilidad de alcanzar los Objetivos del Milenio en el 2015 contando únicamente con fondos nacionales.
En línea con este objetivo durante la última Asamblea Mundial de Salud celebrada el pasado el mes de mayo del 2011, se aprobó una resolución en la que los países se comprometen a avanzar hacia la cobertura universal en el mundo. En dicha resolución se solicita además a la OMS a elaborar un plan de acción para apoyar a los países de bajos y medios ingresos a modificar su sistema de financiación para acercarse a la cobertura universal. Un plan de acción que deberá estar listo para la próxima asamblea en mayo del año que viene y que se presenta prometedor para poder materializar el derecho a la salud.