Un año más los datos que ofrecen las estadísticas de Onusida son esperanzadoras y permiten concluir que si se reúnen suficientes recursos e invertimos en las políticas correctas, podemos poner fin a la epidemia del Sida en 2030. En Europa la herramienta para lograr este objetivo está a nuestro alcance: un Impuesto a las Transacciones Financieras que grave una base amplia de productos financieros (ITF). Si sólo el 10 % de la recaudación del ITF se asignase al Fondo Mundial se podrían cubrir las necesidades que este organismo necesita para la lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y España volvería a ser uno de los principales actores en la lucha global contra el Sida.
Invertir en la lucha contra el Sida sigue produciendo resultados más que alentadores: el número de nuevas infecciones de VIH por año ha disminuido en un 38 % desde 2001 y 13,6 millones de personas están recibiendo el tratamiento antirretroviral que necesitan para vivir. Sin embargo, aún hay 35 millones de personas viviendo con VIH / Sida en todo el mundo y todavía tenemos un largo camino por recorrer para garantizar el acceso universal al tratamiento: 63 % de las personas que viven con el VIH, incluyendo 3 de cada 4 niños que viven con el VIH, no están recibiendo el tratamiento que necesitan. Tanto es así, que las enfermedades relacionadas con el Sida causaron la muerte de 1,5 millones de personas en 2013. Aún tenemos enormes retos por delante y siguen siendo necesarios muchos más esfuerzos si queremos ver el fin de la epidemia del Sida en los próximos quince años. Esto sólo se puede lograr si se alcanza suficiente nivel de financiación y se mantiene la inversión a largo plazo, hay que reducir los precios de los medicamentos y apostar por el desarrollo de una vacuna eficaz y asequible y por alcanzar una cura. También se deben proteger y promover los derechos humanos y mantener a las poblaciones vulnerables en el centro de la respuesta a la epidemia.
Desde 2010, España apenas ha contribuido a la lucha contra global contra el Sida y desde entonces el Gobierno no solo no ha hecho ninguna contribución al Fondo Mundial, sino que ha incumplido reiteradamente sus compromisos. En este contexto, el Impuesto a las Transacciones Financieras es una oportunidad única para que España cumpla con su deber con relación a unos de los mayores retos globales de salud pública que enfrenta la humanidad.
Lee aquí la Nota de Prensa y descraga la infografía del ITF aqui.
Elodie Besnier
Policy & Advocacy Officer