Hoy comienza la Conferencia Mundial de Sida, el evento de salud pública más grande del mundo, en el que cerca de 20.000 personalidades se reúnen para discutir sobre la actualidad del VIH/sida. Una pandemia que afecta a cerca de 37 millones de personas y que aún causa alrededor de dos millones de nuevas infecciones y un millón de muertes cada año.
Líderes mundiales en ciencia e investigación, responsables políticos, grandes farmacéuticas y sociedad civil de más de 160 países, nos reunimos desde hoy en Ámsterdam. Vamos a discutir sobre la enorme cantidad de retos que quedan para erradicar el virus en 2030, como marcan los objetivos de Desarrollo Sostenible firmados por todos los países del mundo en las Naciones Unidas.
No será fácil. La financiación internacional contra la pandemia se está estancando o reduciendo (España, por ejemplo, lleva desde 2011 sin aportar ni un solo euro al Fondo Mundial de lucha contra el sida, tuberculosis o malaria) y los más afectados por la falta de ayuda son las poblaciones más vulnerables (hombres que tienen sexo con otros hombres, trabajadoras sexuales, población trans, reclusos, población indígena, etc) y las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con ellos, debido al alto estigma y criminalización que sufren por parte de las instituciones y la sociedad.
Además, las cifras de nuevas infecciones y muertes han dejado de descender al nivel de años anteriores e incluso llevan años aumentando en zonas del mundo donde la ayuda internacional ha dejado de llegar, como Europa del Este y Asía Central. La cobertura de tratamientos ha aumentado -21,7 millones de personas lo recibían en 2017-, pero aún está lejos de cubrir a todos los afectados y el precio de los nuevos medicamentos es inaccesible para muchos gobiernos del mundo. Y estos son solo algunos de los retos.
Gran parte de estos problemas los denunciamos en la campaña NADIE, que presentamos en Ámsterdam. Nadie puede desaparecer en la lucha contra el sida. Si los gobiernos desaparecen, si la ayuda internacional desaparece, si la sociedad civil desaparece… no podremos acabar con el sida.
——————
Puedes leer más en este artículo de Nicolás Castellano, de la Cadena Ser.