El Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria acaba de lanzar, a través de una cumbre online, su nueva campaña de cara a la conferencia de donantes que tendrá lugar en el segundo semestre de este año. Según sus cálculos, se necesitan 18000 millones de dólares -casi 16000 millones de euros- para retomar el camino que nos permita acabar con el sida, la tuberculosis y la malaria; acelerar los avances hacia el tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 3) de «salud y bienestar para todos»; y reforzar la preparación frente a posibles futuras pandemias.
En los 20 años que han transcurrido desde la creación del Fondo Mundial, la este organismo multilateral ha salvado 44 millones de vidas y ha reducido un 40% el número de muertes provocadas por las tres enfermedades. Sin embargo, el su informe de resultados del año pasado mostró que, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, se ha retrocedido considerablemente en los avances y las necesidades de recursos mundiales han aumentado. Este es el motivo por el cual el Fondo Mundial necesita más financiación que en la última conferencia de 2019.
«En vistas del impacto catastrófico de la COVID-19 en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, la elección es complicada: o aumentamos el financiamiento o abandonamos toda esperanza de derrotar definitivamente a estas epidemias para 2030″, afirma Peter Sands, Director Ejecutivo del Fondo Mundial. «Debemos prestar un mayor apoyo a los países para que construyan sistemas para la salud más resilientes, sostenibles e inclusivos. Esto es esencial para acabar con el VIH, la tuberculosis y la malaria, derrotar a la COVID-19 y proteger a las personas de futuras amenazas de enfermedades infecciosas en todo el mundo».
Esos 16000 millones de euros de financiación que reclama el Fondo Mundial permitirían, según sus cálculos:
- Salvar 20 millones de vidas entre 2024 y 2026, reduciendo así la tasa de mortalidad un 64% en las tres enfermedades para 2026, respecto a los niveles de 2020.
- Evitar más de 450 millones de infecciones y casos reduciendo así la tasa de incidencia un 58% en las tres enfermedades para 2026, respecto a los niveles de 2020.
- Reducir el número de muertes causadas por las tres enfermedades a 950.000 en 2026, una cifra muy inferior a los 2,4 millones de 2020 y los 4 millones de 2005.
- Catalizar la ampliación de las inversiones nacionales hasta los 59.000 millones de dólares para acabar con las tres enfermedades y reforzar los sistemas para la salud mediante requisitos de cofinanciamiento y asistencia técnica sobre el financiamiento sanitario.
- Reforzar los sistemas para la salud y la preparación frente a pandemias invirtiendo unos 6.000 millones de dólares en apoyar a los trabajadores sanitarios; fortalecer los laboratorios, las herramientas diagnósticas, la gestión de la cadena de suministros y los sistemas de información y financieros; hacer frente a la resistencia a los antibióticos, incluida la tuberculosis farmacorresistente; reforzar los sistemas comunitarios; y acelerar la transición a modelos de atención diferenciados y centrados en los pacientes.
- Conseguir una rentabilidad de la inversión de 1:31 con cada dólar invertido en la lucha contra las tres enfermedades, lo que se traduce en 31 dólares en ganancias en salud y en beneficios económicos, que contribuirán a su vez a la consecución de la agenda general de los ODS.
«Cuando se creó el Fondo Mundial hace 20 años, el VIH, la tuberculosis y la malaria parecían imbatibles», asegura Roslyn Morauta, Vicepresidenta de la Junta Directiva del Fondo Mundial. «Pero hemos demostrado que con la ciencia, los recursos adecuados y una colaboración efectiva a nivel mundial y local somos capaces de doblegar incluso las enfermedades más letales. Antes de la Séptima Reposición de recursos del Fondo Mundial, y con menos de una década para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, hacemos un llamamiento a toda la asociación a movilizarse para aumentar los recursos financieros destinados a combatir y derrotar a las tres enfermedades».