¿Qué tienen en común la reciente crisis de Ébola, las enfermedades tropicales olvidadas y la resistencia a los antibióticos? Además de su terrible impacto en la salud y la cantidad de vidas que se cobran, son todos resultado de un sistema fallido de Investigación y Desarrollo (I+D).
Y mientras estos tres asuntos estuvieron en la agenda del G7 durante su pasada reunión en Alemania, la investigación médica y el I+D fueron temas difíciles de encontrar en las declaraciones de los líderes.
Han hecho falta 11.000 muertes – y la llegada de la enfermedad a países desarrollados –, para que los laboratorios – públicos o privados – comiencen a buscar una vacuna o un tratamiento eficaz para el Ébola, a pesar de que es una enfermedad que se conoce desde hace 40 años.
Más de un millón de personas en todo el mundo están afectadas por enfermedades tropicales olvidadas relacionadas con la pobreza. Las opciones de tratamiento siguen siendo muy complicadas y el acceso a los mismos, casi imposible.
Y mientras la resistencia a los antibióticos sigue creciendo, no hemos visto ninguna nueva clase de medicamento en este sector en 25 años.
Cuando uno se enfrenta a estos números, resulta difícil comprender por qué los líderes de los 7 países más ricos del mundo no consideran la investigación médica como un tema de interés en sus discusiones.
Los Ministros de ciencia y salud tendrán en una próxima reunión en Octubre una nueva oportunidad para enfrentar este asunto y alcanzar compromisos reales sobre este asunto.
Nuestra salud merece un fuerte compromiso político para fijar el modelo de Investigación y Desarrollo, y garantizar el acceso a los tratamientos que necesitamos, incluso en los países más ricos, que ya no pueden pagar el costo de la inacción.
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Elodie Besnier
Policy & Advocacy Officer