Los gobiernos de diez países europeos han estado negociando la introducción de la Tasa Robin Hood o Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) desde 2013. El ITF es un impuesto que pretende aplicar una pequeña tasa sobre la compraventa de acciones y bonos, ayudando a combatir la especulación financiera a corto plazo y a estabilizar los mercados financieros. El acuerdo sobre el ITF debió de ser anunciado el 6 de diciembre de 2016, pero todavía estamos esperando.
La decisión tomada hoy, tras la reunión técnica de los 10 ministros de Finanzas europeos, de posponer una vez más la decisión sobre la Tasa Robin Hood, es sumamente decepcionante, especialmente cuando miles de millones de euros en juego.
Después de cuatro años de negociaciones, los políticos no lograron llegar a un acuerdo en la fecha límite del pasado 6 de diciembre. Desde entonces, y como puedes ver en el contador de arriba, se han perdido más de 4 mil millones de €, con los que se podrían haber pagado, por ejemplo:
- La educación de un 10% de los niños de los países más pobres del mundo que no están actualmente en la escuela.
- Alrededor de dos tercios de la brecha de financiación para la lucha contra las pandemias de VIH/sida, tuberculosis y malaria.
- La alimentación de casi 4,5 millones casas en África a través de energías renovables.
En diciembre pasado, el Comisionado de Impuestos Pierre Moscovici admitió que los retrasos eran más una cuestión de falta de «voluntad política» que una cuestión técnica.
En el 60º aniversario de la Unión Europea, sus políticos tienen que decidir si están en el lado de los bancos o las personas.
No podemos permitir más retrasos. ¿Nos ayudas a presionar?
¡Gracias!