Este es el lema del Foro Social Mundial que ha dado cobertura estos últimos días al Fondo Mundial de la Salud y que ha comenzado nada más acabar las sesiones específicas de salud. Porque un mundo diferente es posible y también necesario, un mundo donde el derecho a la salud de todos y todas sin distinción del lugar en el que vivan, esté garantizado. Además tal y como se ha remarcado estos días, es necesario alcanzar el derecho universal a la salud entendiéndolo no solo como la ausencia de enfermedad sino como la Organización Mundial lo define: como un estado de bienestar físico, mental y social para lo que se tienen que cumplir una serie de condiciones que permitan a las personas y a las comunidades la posibilidad de llevar un vida saludable: un trabajo digno, una alimentación equilibrada, una vivienda, disponibilidad de agua potable, sistemas de saneamiento, un medio ambiente saludables.
Algunas de los desafíos existentes más urgentes a juicio de los presentes en el Foro para la adopción de sistemas universales de salud que garanticen ese derecho son:
- Resolver el conflicto de intereses que sufre la Organización Mundial de la Salud como demostró el escándalo de la crisis de la gripe A, donde los intereses de grupos de presión como las farmacéuticas y las aseguradoras se anteponen a las necesidades sanitarias. Una de las medidas más repetidas durante el foro ha sido la necesidad de que la OMS únicamente se financie con fondos públicos y no privados y así poder evitar ese conflicto de intereses.
- Una equilibrada demografía sanitaria: la importancia de evitar la sangría de trabajadores que migran del Sur al Norte dejando los sistemas nacionales de salud de los países empobrecidos con escasez continua de trabajadores.
- Aumentar la parte del presupuesto público que va a servicios sociales y a salud.
- La necesidad de que la I+D esté financiado por fondos públicos evitándose así los altos costes que se pagan por los medicamentos, cuyo coste las farmacéuticas justifican por los riesgos y gastos que toman para realizar la I+D necesaria para obtener nuevos productos biomédicos, y que además no dedican suficientes recursos a la I+D de las enfermedades de la pobreza por no suponer éstas una oportunidad de mercado. Si la I+D fuera pública los precios bajarían y además se dedicarían más recursos a la investigación de productos para enfermedades que afectan a los más pobres.
- A nivel nacional es necesario reforzar/crear sistemas tributarios que permitan recaudar más recursos de los que más tienen. Actualmente en África y América latina principalmente, estos sistemas son muy débiles y cargan la mayoría del peso tributario sobre los que menos tienen.
- Además es necesario crear sistemas de seguridad social que incorporen la economía informal que representa una parte muy importante de la economía de países de Asia, América Latina o África.
Pero sin duda el mayor de los desafíos para poder conseguir lo anterior es que el derecho a la salud esté en la agenda pública y política, algo que a día de hoy no ocurre. Además la mayoría de la población no conoce la responsabilidad de los Gobiernos de proporcionar éste derecho humano.
Por eso:
- Es necesario reforzar las capacidades de la sociedad civil y movimientos locales para que tome conciencia de sus derechos y obligaciones y actúe en consecuencia. Luis García de Médicos Mundi en Senegal pedía el despertar de la sociedad civil africana para exigir con mayor fuerza a sus líderes que se les garantice su derecho a la salud.
- La formación de líderes políticos en el derecho a la salud e incorporar estas ideas en la agenda de la Organización Mundial de la Salud, de la Organización Mundial del Comercio, organización Mundial de los Trabajadores y de la UE.
Y para eso, foros como éste tendrán que seguir celebrándose, foros donde la sociedad civil internacional tenga la oportunidad de expresarse y acordar estrategias que nos acerquen cada día un poco más al derecho universal a la salud.