El actual abordaje de la migración mediante las políticas de externalización y continuas expulsiones y rechazos violentos en las fronteras ha dado lugar a un contexto en el que la migración se ha vuelto cada vez más peligrosa. Ante la falta de vías seguras para migrar, muchas personas se ven forzadas a embarcarse en viajes largos y llenos de riesgos.
Estas políticas excluyentes son un importante determinante de la salud física y mental de las personas refugiadas y migrantes, por causas que van desde la violencia física en la frontera, la experiencia de sucesos traumáticos o problemas de salud mental -como depresión o ansiedad producto de la detención y la deportación-, hasta la falta o el retraso de la atención sanitaria. Todas ellas, irán a más en los próximos años por las normativas cada vez más restrictivas que se siguen poniendo en marcha nivel global y europeo.
En Salud por Derecho trabajamos para denunciar esta deriva de las políticas migratorias y defender que todas las personas, sin importar su lugar de residencia, origen, capacidad económica o situación personal, puedan ejercer cuándo y dónde lo necesiten su derecho a la salud y el acceso a una asistencia sanitaria pública y de calidad. También en España.